Por un sistema sanitario inclusivo: las mujeres rompemos el techo de cristal

Desde SOMOS Intersindical Salud, consideramos que es imperativo cuestionar y transformar nuestro sistema sanitario, un ámbito que, pese a su carácter público y supuestamente inclusivo, evidencia profundas desigualdades que nos afectan principalmente a las mujeres. El lema «Por un sistema sanitario inclusivo: las mujeres rompemos el techo de cristal» no es solo una consigna, sino una llamada a la acción para abordar las barreras estructurales que limitan la equidad en el acceso y la calidad de la atención sanitaria.

 

El sistema sanitario español ha sido históricamente construido sobre bases patriarcales que restringen el desarrollo pleno de las mujeres en todos los niveles. En primer lugar, es necesario señalar cómo la representación de las mujeres en posiciones de liderazgo dentro del ámbito sanitario sigue siendo insuficiente. A pesar de que las mujeres representamos en la actualidad más del 80% del personal sanitario, nos encontramos infrarrepresentadas en cargos directivos, donde se toman las decisiones que afectan a toda la población. Esta falta de visibilidad y voz en la toma de decisiones perpetúa un ciclo de desatención a las necesidades específicas de salud de las mujeres, que son múltiples y complejas.

Además, el sistema sanitario no solo debe ser examinado desde la perspectiva de su funcionamiento interno, sino también desde sus interacciones con la vida cotidiana de las mujeres trabajadoras. Las largas jornadas laborales, muchas veces compaginadas con responsabilidades familiares, afectan la capacidad de acceso a servicios sanitarios adecuados. La precariedad laboral, otra manifestación de un sistema económico que prioriza el beneficio por encima del bienestar, aumenta la vulnerabilidad de las mujeres a condiciones de salud desfavorables, lo que a su vez tiene repercusiones en su papel como cuidadoras y trabajadoras.

La realidad nos demuestra que existe un «techo de cristal» que no solo limita las oportunidades de ascenso profesional de las mujeres en el ámbito sanitario, sino que también se traduce en una atención desigual frente a patologías que nos afectan predominantemente a nosotras, como es la salud mental, ginecología o las enfermedades autoinmunes.

Esto se convierte en una cuestión urgente que debemos visibilizar y erradicar. Las políticas de salud deben integrar una perspectiva de género que contemple no solo la diversidad de experiencias de las mujeres, sino también la necesidad de desarrollar programas específicos que aborden su salud integral.

En un contexto donde la crisis sanitaria y social se ha agudizado tras la pandemia, el Estado debe asumir su responsabilidad en garantizar un sistema sanitario que garantice la equidad. Este compromiso implica la creación de espacios que permitan a las mujeres romper las barreras del techo de cristal, facilitando su acceso a posiciones de liderazgo y decisión.

Por todo ello, en este 8 de marzo, día de la mujer trabajadora desde SOMOS Intersindical Salud, hacemos un llamado a todos los actores involucrados en el sistema sanitario español. Es fundamental trabajar juntas para implementar políticas que incluyan y respeten las voces de las mujeres, promoviendo un sistema que no solo sea inclusivo en su estructura, sino que realmente refleje la diversidad y complejidad de nuestra sociedad. Solo así podremos avanzar hacia un futuro donde el sistema sanitario no se construya sobre la precariedad e invisibilización de las mujeres.